En la finca Santa Bárbara existe una gran mezcla de suelos volcánicos, gran altura y un microclima increíble. La gran altitud provoca que el café tarde más en madurar, y por lo tanto se producen granos más densos y ricos.
Durante el proceso de fermentación se miden los niveles de pH y temperatura de los tanques con el fin de controlar y garantizar el resultado. En este lote se utiliza una nueva técnica que combina dos procesos de fermentación uno previo al despulpado y otro posterior. El resultado es una explosión de atributos y dulzura.
En taza podemos encontrar un café muy equilibrado entre dulzor y acidez, brindando un perfil muy elegante, que funciona muy bien tanto solo como con leche. Encontramos notas de frutos rojos en la entrada que dan paso a un cuerpo jugoso con notas a chocolate dulce.